¿Te gusta la novela romántica? ¿Te gusta el vino?
¿Te gusta debatir sobre personajes como si fueran tus exparejas?
Entonces bienvenida: esto no es un club de lectura, es un manifiesto en voz alta.
Aquí no hay postureo ni spoilers mal dados. Hay frases subrayadas como heridas y brindis por personajes que jamás existieron... pero nos marcaron como si sí.
The Vibliothèque es un club de lectura híbrido (presencial en el Bages y virtual si se reúnen suficientes lectoras), que cada mes cruza tres elementos:
🍷 Un vino emocionalmente afinado
📚 Un clásico literario que aún muerde
📚 Una novela actual que dialoga (o choca) con el clásico
No leemos para entretenernos.
Leemos para entender por qué seguimos enganchándonos a lo que nos hace daño.
Leemos para rescatar a las que callaron.
Leemos para maridar besos imposibles con tintos intensos.
El vino aquí no es decoración: es código emocional.
Una copa picante para un retelling erótico.
Un blanco frágil para un personaje con máscara.
Un crianza tenso para un amor que se construye a fuego lento.
Esto no es una tertulia de sofá.
Es un ritual narrativo con estructura emocional y vino con intención.
Un clásico que puso los cimientos del género
Uno actual que lo desafía, actualiza o subraya
En algunas sesiones: un tercer título “extra” como guiño de espíritu compartido.
Elegidos no por etiqueta, sino por lo que nos provocan.
Cada mes, el vino habla el mismo idioma que los libros.
Puedes traerlo, comprarlo, o simplemente imaginarlo.
Por WhatsApp.: “señales” de lectura con preguntas emocionales
Puedes responder por texto, audio o en privado. Tu voz cuenta aunque no grites.
Cada lectora elige una escena para brindar
Y otra para gritar (de rabia, ternura o hartazgo)
Así termina cada sesión: con un brindis y un desahogo
¿Quién sería el actor ideal para esa heroína?
¿Quién encarnaría mejor al villano adorable?
Risas, debates, y sororidad pop con humor literario
Espacio seguro para decir:
“Me enamoré de Hook, y no me arrepiento”
“Odio a Darcy. Lo dije.”
Las compartimos (sin nombre) en la sesión o en el grupo.
Porque leer también es exponerse sin máscara.
Este no es un club.
Es una microrevolución con labios rojos y frases subrayadas.
¿Lees romántica? Perfecto.
Lo dices en alto, con copa en mano y sin esconder la portada en el metro.
Aquí no creemos en “placeres culpables”: creemos en amores con tramas y traumas.
Y si alguien se ríe, se le contesta con una cita de Jane Austen y un brindis vengador.
Lees romántica y lo dices con orgullo. Y si no, te lo quitamos nosotras.
Blanco, tinto, rosado, espumoso o el que sólo bebe el galán de tu novela favorita.
Da igual.
Si te hace suspirar o gritar “¡brindo por esto!”, es el vino adecuado.
Y si no te gusta el vino… al menos trae buen chisme lector.
Aquí no vienes a parecer lista. Vienes a sentir.
Puedes defender a Mr. Darcy con tesis o decir que Hook está más bueno que cualquier príncipe Disney.
Todo vale, siempre que lo digas con pasión y sin PowerPoint.
Aquí vienes a mojarte, no a fingir neutralidad emocional.
¿Quieres contar que el cabo inmortal se lía con el pirata resentido?
Perfecto. Pero hazlo con elegancia, una advertencia previa y una copa en alto.
Aquí se arruina el final... pero nunca el ambiente.
Si vas a soltar uno, que sea con copa en alto y mirada intensa.
Un mes leemos a Brontë.
Al siguiente, a la autora que arrasa en TikTok.
Y los ponemos a discutir, como si Heathcliff y Hook se encontraran en un callejón emocional.
Resultado: gritos, suspiros y debate con vino.
Como debe ser.
Y tú estás en primera fila.
Te puedes saltar una sesión, claro.
Pero ponle narrativa, por favor.
“Me atraparon unos vampiros y no me soltaron hasta el amanecer” suena mucho mejor que “tenía una reunión”.
Si no vienes, que sea por una excusa digna de fanfic.
“Me atraparon unos vampiros” suena mejor que “tenía reunión”.
Puedes venir como heroína de Bridgerton, con sudadera de romántica millennial o vestida para una cita con un demonio sexy.
Aquí celebramos el outfit lector.
Y sí, los pendientes de corazón rotos suman puntos.
Bridgerton, dark academia, millennial. Todo vale.
¿Eres #TeamHeathcliff aunque sepas que necesitas terapia?
¿Odias a Darcy y no te da vergüenza decirlo?
Ven preparada para defenderlo.
Aquí no buscamos consenso: buscamos pasión bien argumentada.
Si vienes a defender a Darcy, ven con argumentos.
Desde heroínas badass hasta vampiros empalagosos, pasando por el crush literario que no entendería tu terapeuta.
Nadie juzga a quién amas entre líneas.
En esta casa hay sitio hasta para los más discutibles.
Incluso los que no presentarías a tus padres.
Como en los mejores libros, aunque cierres la tapa…
puedes regresar cuando quieras.
Y si lo haces con una nueva botella o una nueva obsesión literaria, mejor que mejor.
Como en los mejores libros: aquí siempre hay segunda parte.
Porque esto no es solo un club. Es un refugio.
Es una confesión colectiva.
Y es la prueba de que los libros románticos no se leen: se viven, se sienten y se brindan.